Miembro de Febic, Federación Bíblica Católica Internacional
Propuesta de profundización para personas con formación bíblica previa (egresados de Palabras con miel, Escuela Bíblica, o similar).
CURSO DE VERANO 2020
Por razones particulares la profesora Graciela Dibo no podrá dar el curso que estaba programado.
La propuesta estará a cargo de la Prof. Beatriz Fernández.
Carta de Santiago
De los pobres y los ricos. De ser cristianos en las obras
Taller de lectura para nuestro tiempo
Para alumnos y ex alumnos de Palabras con Miel
Días y horarios:
El curso consiste en cuatro clases:
Martes 3, jueves 5, martes 10 y jueves 12 de marzo
En dos horarios a elección
De 17 a 19 hs o de 19:40 a 21:40 hs
INSCRIPCIONES ABIERTAS
Actividad arancelada.
Espacio Bíblico Palabras con Miel
Año de la Palabra de Dios
#biblia2020
Pedro Ignacio Rivera 4755 – Villa Urquiza – Ciudad de Buenos Aires
Confirmar inscripción a: cursosconmiel@gmail.com
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2019
Un camino de Éxodos (itinerancias y nomadismos)
A cargo de Prof. Ernesto Leguiza
Jueves 7, martes 12, jueves 14 y martes 19 de marzo
En dos horarios a elección: 17 hs o 19,40 hs. La clase dura dos horas. Aula a definir.
Inscripción: a partir del 11 de febrero de 2019
cursosconmiel@gmail.com Tel 4545-0351 de 10 a 13 hs
Facebook: Espacio Bíblico Palabras con miel
http://www.instagram.com/palabrasconmiel
CURSO DE VERANO 2018
LAS COMIDAS DE JESÚS
Cuatro clases:
Martes 27 de febrero y Jueves 1,
Martes 6 y Jueves 8 de Marzo 2018
En dos horarios a elección: a las 17,00 y a las 19,40 hs. Duración: dos horas
Prof. Beatriz Fernández y Pablo Ferrer
Inscripción: cursosconmiel@gmail.com
Descanso del Peregrino del Santuario Jesús Misericordioso, Pedro I. Rivera 4755, Villa Urquiza, CABA
TEMAS
La prof. Beatriz Fernández estará los martes en los dos horarios.
Algunas notas que nos envía:
– La mesa compartida, centro de la casa;
– Camino, casa, mesa;
– Comida, casa, hospitalidad: símbolos del Reino;
– «Jesús fue crucificado por la forma en que comía» (R.J.Karris);
– Mesa fraterna: fuente de esperanza;
– «El mundo material es para todos sin fronteras. Luego, una mesa común con manteles largos para todos, como
esta Eucaristía. Cada uno con su taburete. Y que para todos llegue la mesa, el mantel y el conque. Por algo quiso
Cristo significar su Reino en una cena. Hablaba mucho de una cena. Y la celebró la víspera de su compromiso
total. El de treinta y tres años celebró una cena de despedida con los más íntimos; y dijo que ése era el memorial
grande de la Redención. Una mesa compartida en la hermandad, en la que todos tengan su puesto y su lugar» Rutilio Grande
El prof. Pablo Ferrer estará los jueves en los dos horarios.
Algunas notas que nos envía:
Segundo encuentro
«Un mes antes…»
El segundo encuentro arranca como muchas películas: «un mes antes…» Podríamos hablar de una precuela. ¿Y por qué?
Somos gente de ciudad, gente que no está percibiendo todo el sistema productivo de la comida sino sólo el evento de la consumición. Por esta razón pensaremos en volver al antes de la comida y ver qué pasó para que los alimentos estuvieran en la mesa.
Cuarto encuentro
«Hay que barrer…»
El cuarto encuentro se propone pensar qué pasa después de la comida. Podríamos hablar de una «secuela» como diríamos en el cine. Prestaremos atención a lo que pasa una vez que el encuentro de la comida terminó.¿Qué hacemos con las sobras? En estos tiempos que vivimos también es importante pensar qué sucede luego que nos encontramos en el consumir.
CURSO DE VERANO 2017
JESÚS Y LA PIEDAD JUDÍA
(limosna, ayuno y oración)
Cuatro clases.
Martes 14, Jueves 16,
Martes 21 y Jueves 23 de febrero de 2017
Prof. Beatriz Fernández y Gloria Ladislao
En dos horarios: a las 17,00 y a las 19,45 hs.
Duración: dos horas (como una clase normal)
Descanso del Peregrino, P.I. Rivera 4755, CABA
Informes e inscripción:
A PARTIR DEL MIÉRCOLES 1 DE FEBRERO DE 2017
cursosconmiel@gmail.com Tel: 4545-0351 de 10 a 13 hs
Facebook: Espacio Bíblico Palabras con miel
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CURSO
DE VERANO
2016
El profeta Isaías
Curso de cuatro clases:
Martes 23 y jueves 25 de febrero
y Martes 1 y jueves 3 de marzo de 2016
En dos horarios: a las 17,00 y a las 19,45 hs.
Duración: dos horas (como una clase normal)
Prof. Laura Giancarlo
Informes e inscripción: cursosconmiel@gmail.com Tel: 4545-0351 de 10 a 13 hs.
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CURSO DE VERANO 2015
«Ezequiel, profeta del exilio»
Una lectura en clave orante
TURNO MAÑANA. Docente: María Luján Manzotti
Martes 3, miércoles 4 y jueves 5 de marzo de 2015.
De 9,45 hs. a 12,00 hs.
En las aulas del Descanso del Peregrino del Santuario Jesús Misericordioso, P.I. Rivera 4779, Villa Urquiza, CABA.
EZEQUIEL, PROFETA DEL EXILIO
TURNO NOCHE. Docente: María Laura Giancarlo
Jueves 5 de marzo de 2015. De 19,00 a 22,00 hs.
Descanso del Peregrino del Santuario Jesús Misericordioso, Pedro Ignacio Rivera 4755, Villa Urquiza, CABA
Actividad arancelada.
ARANCELES ACCESIBLES Y NO EXCLUYENTES
(nadie se queda afuera del curso por motivos económicos)
PARA LLEGAR: Colectivos: 41, 71, 93, 107, 114, 133, 140, 176 Est. Drago FFCC Mitre
a 2 min de Panamericana y Gral. Paz
Informes e inscripción:
Tel: 4545-0351 de 10,00 a 13,00 hs.
E-mail: cursosconmiel@gmail.com
Para participar de estos cursos es imprescindible acreditar formación bíblica previa (seminario catequístico, escuela bíblica o similar)
MIRA LA UBICACIÓN en este link:
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Curso de verano 2014: Los cánticos del servidor sufriente (Ernesto Leguiza-Pablo Ferrer)
Curso de verano 2013: Miradas desde el Post-exilio
Curso de verano 2012: Reino de Dios y curación
Curso de verano 2011: El Evangelio según San Juan
Curso de verano 2010: El evangelio de Lucas
a cargo de María Luján Manzotti
Este evangelio se lee en las misas de los domingos del año 2010 durante el tiempo ordinario.
Principales características del evangelio de Lucas.
Lectura e interpretación de textos significativos.
Fechas año 2010:
Jueves 18 de febrero
Martes 23 de febrero
Jueves 25 de febrero
Martes 2 de marzo
En dos horarios a elección:
de 16,30 a 18,30 hrs
de 19,45 a 21,45 hs
Para participar de este curso es necesario acreditar formación bíblica previa (seminario catequístico, escuela bíblica o similar)
Santuario Jesús Misericordioso. Descanso del Peregrino
Pedro Ignacio Rivera 4779, Villa Urquiza, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
(a 1/2 cuadra de Alvarez Thomas)
colectivos: 41, 71, 93, 107, 114, 133, 140, 176 Est. Drago FFCC Mitre
a 2 min de Panamericana y Gral. Paz
«Camino, comida y perdón.
Un acercamiento al anuncio de Lucas»
Los primeros pasos…
Adentrándonos en la intimidad de Lucas
Leemos Lc. 4, 14 – 22
Nos detenemos en los personajes: ¿qué dicen y qué hacen?
¿Cómo era el pueblo de Jesús y que estaba viviendo?
¿Cuál es el texto que se proclama en la sinagoga según este pasaje de Lucas? ¿Qué similitudes y qué diferencias hay entre el texto del Antiguo Testamento y la versión de este autor? ¿Podemos explicar la diferencia?
¿Cómo habrá resonado el pasaje de Isaías 61 en ese contexto?
¿Y que impacto habrá provocado que Jesús se “apropiara” esa profecía?
¿Qué significó como “programa de vida o sueño” para él?
¿Qué nos dice el texto a nosotros y a nosotras hoy?
¿Cómo es nuestro contexto? Reconstruyámoslo juntos.
¿Cómo tendría que ser hoy nuestro anuncio del “día de gracia” del Señor?
¿Cómo se verifica en nosotros, la identificación mensajero – Mensaje que se dio en Jesús?
Lucas también sueña el sueño de la comunidad: Hech 2, 42-47
Para seguir profundizando….
Habla Rubén, un joven judío estudioso de la Ley.
“Reconocí de inmediato las palabras de Isaías, pronunciadas con un inconfundible acento galileo por aquel rabbí para mí desconocido, pero cuya presencia había despertado enorme expectación en el pueblo.
Yo estaba también de paso en Nazaret, adonde no había vuelto desde que, años atrás, había marchado a Jerusalén. Fui allí enviado por mi padre, fervoroso fariseo, para que estudiara en una escuela rabínica y llegara a ser lo mismo que él: un especialista en la Ley. Su sueño era verme convertido en un maestro del saber, lo cual me daría según él una influencia y un prestigio que nunca alcanzaría por otros caminos.
Estaba pasando los mejores años de mi juventud dedicado a escudriñar las Escrituras y sometido a una disciplina que se me había ido volviendo cada vez más insoportable. No me pesaban tanto las horas de estudio como la sensación creciente de que las enseñanzas que recibía y trataba de asimilar, caían sobre mí como una carga agobiante que me asfixiaba. Las discusiones entre nuestros maestros y sus interpretaciones de la Torah (613 preceptos, de ellos 248 mandamientos positivos y 365 prohibiciones…) eran tan enrevesadas, que yo tenía cada vez más la sensación de vivir oprimido bajo un yugo parecido a la esclavitud que vivieron nuestros padres en Egipto, y me sentía atrapado dentro de una red tejida con los hilos sutilísimos de disquisiciones y prescripciones.
Tanta angustia acumulada degeneró en una enfermedad y tuve que regresar a Séforis, mi pueblo natal; cuando estuve un poco mejor, mis padres me sugirieron que fuera a pasar unos días a Nazaret para que me distrajera en casa de unos parientes.
La situación en que me encontraba hizo que las palabras de Isaías que estaba leyendo aquel forastero llegaran hasta mí como una ráfaga de luz: si la tarea del Mesías esperado, pensé, iba a ser la de sanar, liberar y dar buenas noticias a los pobres ¿por qué vivíamos abrumados y ciegos, encerrados en los calabozos y prisiones que nosotros mismos nos construíamos? Traté de imaginar lo que para mí sería una buena noticia: que alguien me hablara de un Dios que no exige sometimiento de siervos ni se complace en acumular sobre nosotros leyes, normas y obligaciones, un Dios que viene a nuestro encuentro a aligerarnos de cargas y a liberarnos de yugos; un Dios sanador de heridas y reparador de brechas; un Dios cuyos rasgos fueran aquellos con los que se reveló a nuestros Padres: el amor compasivo y fiel, el perdón y la gratuidad.
Cuando concluyó la lectura del fragmento que había elegido, el rabbí enrolló de nuevo el libro, se lo entregó al jefe de la sinagoga y se sentó.
Me di cuenta con sobresalto de que había omitido (¿voluntariamente?) las palabras sobre “la venganza de nuestro Dios”. Los demás debían haberlo notado también y esperaban expectantes, con los ojos fijos en él, la explicación que debía seguir. Y entonces él dijo lo que nadie entre los presentes hubiéramos esperado escuchar: –Hoy, en presencia de ustedes, se ha cumplido toda esta Escritura.
Lo miré con asombro. ¿Qué significaba aquel hoy? ¿Se estaba atreviendo a proclamar que habían llegado los tiempos mesiánicos? ¿Se estaba presentando como portador de alegría y liberación ante aquellos de nosotros que nos reconociéramos pobres, ciegos y prisioneros?
Si era así ¿de dónde le venía aquella autoridad, aquella firmeza serena que daba a sus palabras la consistencia de la roca? Pero sobre todo ¿no estaba anunciándome en aquel preciso momento que el Dios que deseaba encontrar se estaba aproximando a mí, que estaba descendiendo con su luz hasta el abismo de tinieblas en que me encontraba?
Me sentía sobresaltado y confuso pero no tuve ocasión de seguir pensando: había murmullos entre los asistentes y una mujer comentó a mi lado a media voz: –¡Pero si es Jesús, el hijo de José y de María, mis vecinos! y, ante mi expresión de ignorancia, me explicó: –Hace un tiempo se marchó fuera y anda por ahí, sin domicilio fijo, rodeado de un grupo de desarrapados y anunciando la venida de no sé qué reino que está a punto de llegar… Y finalmente murmuró con sorna: – También dicen que cura enfermos y echa demonios, veremos si consigue hacerlo aquí también…
El tal Jesús había seguido hablando, pero apenas pude escuchar sus palabras finales porque se perdieron a causa del griterío: unos se habían puesto de pie vociferando y haciendo gestos de amenaza y los más furiosos se acercaron a él y, agarrándolo por los brazos, lo empujaron fuera de la sinagoga. Bajé la escalera conteniendo el aliento, porque conocía la violencia del carácter galileo y me temía lo peor. Vi que lo tenían rodeado y sujeto y que, entre insultos, pretendían arrastrarlo monte arriba, posiblemente para despeñarlo desde lo alto. Pero, de pronto él sacudió los hombros con decisión e, inexplicablemente, los que lo tenían agarrado lo soltaron y se fueron retirando mientras él, tranquilamente, caminaba entre ellos y se dirigía hacia una casa de la parte baja de la ladera que debía ser la suya.
No volví a verlo, pero en los días siguientes y mientras duró el revuelo, me enteré de muchos rumores que circulaban acerca de él. Las noticias de lo que hacía se divulgaban de boca en boca y mucha gente, sobrecogida, decía: “Un gran profeta ha surgido entre nosotros, Dios ha visitado a su pueblo” (Lc 7,16), y hablaban con admiración de los signos que realizaba, semejantes o mayores a los de algunos antiguos profetas.
Ahora ha pasado mucho tiempo y pertenezco al grupo de los que, después de su resurrección, seguimos empeñados en continuar haciendo, en memoria suya, lo mismo que él hizo: anunciar libertad a los cautivos y luz a los que viven en sombras y aprendiendo a ser como él portadores de la buena noticia.
De aquella noticia que llegó hasta mí, inundándome de júbilo, una mañana de sábado en la sinagoga de un pueblo perdido llamado Nazaret.” (Dolores Alexaindre)
La obra de Lucas:
El Evangelio y
el Libro de los Hechos de los Apóstoles
Lucas, discípulo de San Pablo elabora una obra que consta de dos partes conocidas como el Evangelio y el libro de los Hechos. Sin embargo, a la hora de considerar la intención teológica y catequística de Lucas, debemos mirar la totalidad de su mensaje.
Escrito hacia los años 75 – 85, los destinatarios de su obra son cristianos de origen pagano. Por ello tendrá un interés especial en resaltar la universalidad de la salvación traída por Jesús: para todos los hombres de todos los tiempos.
Lucas tiene una concepción de la historia que se divide en tres partes. Hay un primer período que es el período de Israel, y que es todo lo que precede a la aparición de Jesús hasta la prisión de San Juan Bautista (Lc. 3, 19 – 20).
El segundo período es el de Jesús, que es el tiempo desde el bautismo de Jesús (Lc. 3, 21) hasta la ascensión (Lc. 24, 51; Hech. 1, 9 – 11).
El tercer período es el de la Iglesia, que comienza con Pentecostés (Hech. 2, 1) y se prolonga hasta la segunda venida del Señor (Hech. 1, 11). Para dar lugar a este tercer período, Lucas intercala entre el segundo y el tercero un episodio que los otros evangelistas no narran: la ascensión del Señor, la partida del Señor deja espacio para que Él vuelva.
Para Lucas, la venida gloriosa del Señor no es la resurrección sino la venida al final de los tiempos cuando el Evangelio haya llegado a todos los hombres.[1]
Esquema general de la obra de Lucas.
Evangelio Libro de los Hechos | ||||||
Galilea | Subida a Jerusalén | Jerusalén | Pascua de Jesús | Desde Jerusalén | Judea y Samaria | Hasta el fin del mundo |
Los temas del Evangelio de Lucas
– La misericordia: cap. 6, 36-38; 15
– Los grandes perdones: cap. 7, 36-50; 19, 1-10; 23, 34. 43
– Los paganos: cap. 10, 25-37; Lc 17, 11-19
– La oración: cap. 3,21; 5,16; 9,18
– La alegría: 1, 44; 2,10; 5,26; 10, 21; Hech. 2,46 – 47; 5,41; 13,48.
La comensalidad de Jesús en el Evangelio de Lucas
ü ¿Qué comidas recordamos? ¿Por qué quedaron guardadas en nuestra memoria?
Leemos juntos los siguientes pasajes
Lc 5, 27-32
Lc 6, 1-5
Lc 7, 33-34. 37-50
Lc 9, 12-17
Lc 14, 1-6
Lc. 15, 1-2
Lc 19, 1-10
ü ¿Qué valores encontramos contenidos en cada uno de estos relatos de mesa compartida?
Para profundizar
Lc 14, 15-24: comida e inclusión
“Hay una persona que ofrece un banquete, aparentemente sin anunciarlo, y envía a un sirviente a llamar a los amigos, pero descubre, tarde, que cada uno tiene una excusa bastante válida y expresada con bastante cortesía. El resultado es una cena lista y una sala vacía. El anfitrión reemplaza a los invitados ausentes por cualquiera de las calles. Si uno trae a “cualquiera” puede tener mezcla de clases, sexos y jerarquías. Cualquiera puede encontrarse reclinado junto a cualquiera, la mujer al lado del hombre, el libre al lado del esclavo, el de rango social superior junto al de rango inferior y el ritualmente puro junto al impuro. Lo que la parábola de Jesús proclama, es entonces una comensalía abierta, un comer juntos sin que la mesa sea una representación en miniatura de las discriminaciones verticales y las separaciones horizontales de la sociedad”[2].
Finalmente, Jesús se nos hace comida y con este gesto recapitula todo lo precedente: Lc 22, 14-20.
Material preparado por María Luján Manzotti |
[1] Rivas, Luis, Qué es un evangelio; Bs. As, Claretiana, 1985.
[2] Cfr. Crossan, John Dominic; Jesús, una biografía revolucionaria, Bs. As, Planeta, 1996
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muy lindo este espacio y los comentarios en radio maria ,hay algun curso por internet,para empezar a saber algo mas de la biblia gracias stella.
Gloria, te escucho en Radio María, y me gusta como explicas las Escrituras con sencillez y para que todos la podamos entender.
Me apena mucho no poder concurrir a los cursos de verano, siempre es bueno, ya que en las Parroquias por fin de año y hasta marzo no hay actividades, pero personalmente, me queda muy lejos Jeús Misericordioso, es una pena porque el último horario, esta perfecto, ya que a esa hora ya no trabajo. Gracias y bendiciones. Amalia Morales
Hola Palabras con Miel soy Marìa Josè de Còrdoba,me alimenta mucho el programa de la Sra Gloria y querìa preguntar si por estos pagos de Còrdoba hay planificado algùn curso.Gracias Dios los bendiga
Querida María José:
Gracias por tus lindas palabras.
Yo iba a Córdoba hace unos años cuando la librería San Pablo organizaba charlas y talleres; así conocí Radio María. Actualmente no estoy conectada directamente con ninguna comunidad o institución que organice charlas bíblicas en Córdoba. Pero si aparece algo, con gusto estaré por allí.
Podés ver una muy buena propuesta de formación bíblica en Córdoba en la página de PARRESIA.
Cariños y bendiciones
Gloria Ladislao